La sexta sesión del Curso de Formación Permanente que se desarrolla en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia se centró en el tema de los servicios y los ministerios. Para hablar de ello, el invitado procedía de Lieja (Bélgica). Se trataba de Alphonse Borras, Vicario General de aquella Diócesis, que atiende a cerca de un millón de habitantes.
El ponente fue presentado por el obispo auxiliar de Valencia Monseñor Javier Salinas, que lo conoció cuando Salinas era Obispo de Tortosa y quiso introducir una serie de cambios en aquella Diócesis. También estuvo presente Monseñor Arturo Ros, otro de los obispos auxiliares de Valencia. Alphonse Borras es especialista de Derecho Canónico e imparte clases como profesor en la Universidad de Lovaina. La conferencia se tituló Servicios o ministerios. El reto de la pluriministerialidad.
El ponente defiende en las parroquias un cambio de modelo. «La remodelación es necesaria porque el mundo ha cambiado», dice. Y en ese cambio el papel tradicional del presbítero también se tiene que adaptar. Alphonse Borras considera que ahora es ineludible el «trabajo en equipo más allá de la labor solitaria o aislada del párroco». En este sentido, «el párroco ya no gobierna sólo por la sencilla razón de que ya no puede hacerlo; entonces, una de dos: o colabora y la vida parroquial se desarrolla, o no colabora y la vida parroquial vegeta, sin tiempo ni energía para hacerlo todo él solo».
Puso como ejemplo el caso francés, en el que la remodelación de las parroquias se ha conseguido gracias a la «articulación de la praxis pastoral, la reflexión teológica y el compromiso episcopal». En el caso belga, existe una «equipo diocesano de pilotaje» que ayuda a las parroquias que quieren entrar en la nueva dinámica de pastoral, siempre sin menoscabar la autonomía del párroco. En este sentido, la Diócesis «pone a disposición de los párrocos y de sus colaboradores otras personas, con sus recursos teológicos, pastorales o sociológicos» que les ayudarán en su reflexión.
Para que todo salga de la mejor manera hay que «tomar en serio el protagonismo de todos, o de mucho» y es necesario apostar por valorar «la corresponsabilidad bautismal de todos y, en particular, por la colaboración ministerial de algunos». Desde esa perspectiva, el reto consiste en «articular dicho protagonismo con el ministerio sacerdotal de presidencia y viceversa».
Borras considera «novedoso» el Proceso de Reencuentro Sacerdotal que ha puesto en marcha la Diócesis de Valencia y considera que «saldrá enriquecido si se articula con el pueblo de Dios, es decir si se actúa en clave sinodal promoviendo la corresponsabilidad bautismal de todos y la variedad de servicios y ministerios de algunos al servicio de la edificación de la Iglesia local según el Evangelio.»