El 26 de marzo tuvo lugar, en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, la presentación del libro Meditación de la naturaleza humana, de los profesores Alfredo Marcos y Moisés Pérez o.p.
El Dr. Alfredo Marcos es Catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Valladolid y el Dr. Moisés Pérez Marcos es profesor de Antropología Filosófica, Filosofía del Lenguaje y de Ciencia y Religión, en nuestra institución universitaria.
El Acto Académico fue presidido por fr. Jesús Díaz Sariego o.p., Vice-Gran Canciller de la Facultad y Prior Provincial de los Dominicos de la Provincia de Hispania. Fr. Jesús resaltó la importancia del acto no solamente por la temática que se desarrolla en el libro, «de constatable actualidad en la reflexión intelectual y en la vida cotidiana de las sociedades y culturas», sino también por la categoría intelectual de los autores y de los profesores encargados de presentar el libro.
Intervino en primer lugar el profesor Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universitat de València (UV), el Dr. Jesús Conill Sancho. El profesor, después de valorar el quehacer de la reflexión filosófica desde las relaciones de amistad que unen, a su vez, a los miembros de la mesa, expuso su valoración crítica del libro. El mismo título ‘Meditación’ le dio pie para ofrecer algunas pautas que podrían abrir nuevos horizontes para la reflexión filosófica sobre la naturaleza humana. Se detuvo, en concreto, a valorar el esfuerzo de los autores por poner en diálogo la tradición aristotélica, el ser humano como naturaleza, y la tradición kantiana, cuando ésta añade las cuestiones que hacen referencia a la dignidad de lo humano. El profesor resaltó las dificultades de «encajar ambas tradiciones», pero al mismo tiempo afirmó merecer la pena el esfuerzo de ponerlas en relación pudiendo sacar, así, lo mejor de cada una.
El Dr. Vicente Bellver, Catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Valencia, después de exponer algunas preguntas que le había suscitado la lectura del libro desde criterios más propios del Derecho, valoró como positiva y acertada la temática elegida. Considera que «hablar hoy de naturaleza humana es una apuesta muy valiente y, al mismo tiempo, arriesgada. Pero, en todo caso, necesitada de esclarecimiento». Sobre la temática referida en el libro «surgen en la actualidad muchas cuestiones polémicas», tales como la del género, las cuestiones relacionadas con el feminismo, etc. El profesor invitó a los autores a extender sus reflexiones a estas otras temáticas de importante actualidad. Por último, hizo una valoración muy positiva sobre los recursos expositivos de los autores a la hora de acudir a la literatura, al poema, a lo prescriptivo del Derecho con la mención de algunas leyes, etc., para desarrollar y ampliar su reflexión sobre la temática.
La Dra. Camino Cañón Loyes, profesora en la Universidad Pontificia de Comillas y Directora de la Editorial Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) cuando se editó la obra, intervino en tercer lugar, y tras una presentación de la editorial, para poner de manifiesto el valor del libro cuando hace referencia a la vulnerabilidad e interdependencia del ser humano. El planteamiento que hacen los autores le pareció de sumo interés, sobre todo «por abrir la urgencia del compromiso ético del cuidado. El cuidado desde la naturaleza humana». «Esta necesidad del cuidado la experimenta cada persona en sus propias dependencias de los demás», argumenta.
Acto seguido tuvo lugar la intervención de los autores. El Dr. Alfredo Marcos centró su intervención comunicando a los asistentes la idea de ser humano que, junto con Moisés Pérez, habían querido transmitir. Utilizó la imagen plasmada en la portada del libro para expresarla. No se ha de comprender la naturaleza humana sino es desde la vida cotidiana, concreta y real. «Ésta, la vida de todos los días, muestra que las personas no somos perfectas, sino más bien frágiles», piensa. Pero, desde la propia fragilidad connatural, estamos abiertos a la belleza, a la bondad y a la alegría. «No hemos querido caer en la tentación», concluye el profesor Marcos, «de presentar la idea del hombre perfecto, pero fuera del tiempo, del espacio, matematizado y en proporciones perfectas, como se refleja por ejemplo en la imagen del Hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci. Una imagen, por cierto, con un rostro infeliz, triste y hasta de cierto enfado y crispación». Si el libro pudiese haber tenido una película en su portada, en vez de una imagen, hubiese sido la ‘Roma’, de Alfonso Cuarón, «que muestra la vida humana en su realidad, pero libre de la negatividad y el dramatismo que tanto vende en nuestros días».
El profesor Alfredo no pudo evitar en su intervención la mención a dos textos de autores que encabezan la introducción del libro. Hizo referencia al texto de Gabriel Marcel cuando afirma que Hoy en día, el deber primero y quizá único del filósofo es defender al hombre contra sí mismo y el de Martin Heidegger cuando concluye que Entonces el hombre habría negado y arrojado lo más propio suyo: su naturaleza de meditador. Por ello hay que salvar esa naturaleza del hombre. Por ello hay que mantener despierta la meditación. En la meditación despierta sobre la naturaleza del hombre lo defendemos contra sí mismo.
El profesor Moisés Pérez, OP., coautor del libro, nos trajo la juventud y frescura a la hora de confrontarnos con la temática del libro. Con su personalidad agradecida nos fue indicando las huellas que cada uno de los profesores anteriores le habían dejado en su reflexión. Explicó cómo había llegado al asunto sobre la naturaleza humana tras la realización de su tesis doctoral (dirigida por Alfredo Marcos) sobre el naturalismo. Los defensores de un naturalismo radical terminaban proponiendo también una naturalización del ser humano con unas consecuencias indeseables y, sobre todo, muy lejanas a lo que habitualmente entendemos por ‘humano’. «Yo había criticado la opción naturalista –dijo- y ahora a mí me tocaba hacer una propuesta alternativa». También recordó las reflexiones sobre el ser humano que, hace ya años, pudo compartir con Jesús Conill, Adela Cortina y otros en el seminario sobre Neuroética que tenía lugar en la Universitat de València. Reconoció su deuda con las visiones de algunos otros filósofos que han acompañado, a veces de manera personal, su andadura intelectual, como Javier de Lorenzo, Sixto J. Castro, Juan Arana o Francisco José Soler. Concluyó agradeciendo a Alfredo Marcos la posibilidad de trabajar y aprender a su lado.
Finalmente, Jesús Díaz, cerró el acto agradeciendo a los autores la riqueza de su aportación sobre la naturaleza humana. Puso de manifiesto las conversaciones que había mantenido con Moisés sobre la vulnerabilidad del ser humano y las nuevas perspectivas que sus planteamientos le abrían, incluso para la propia vida personal y agradeció al profesor Marcos el detalle de dedicarle el libro en la última Feria del Libro en Madrid, donde la obra había sido presentada. En esa dedicatoria consta «la ilusión y utilidad de seguir pensando sobre el ser humano, hoy en día tan amenazado».
(Esta crónica ha sido elaborada gracias al texto remitido por los Dominicos de Hispania. Agradecemos enormemente la aportación)