Federico Ferrando y Teresa Benet son los delegados generales del Grado en Teología para el Curso 2019-2020. Hemos hablado con ellos para que los conozcáis un poco mejor y nos cuenten lo que supone asumir el cargo de representación del alumnado. De manera oficial, se estrenaron recientemente con la importante Junta en la que se aprobaron los nuevos estatutos de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer.
Fede tiene 22 años y en la actualidad está cursando el quinto curso de Bachillerato. Por eso, reconoce que fue “una sorpresa” convertirse en delegado general de los alumnos puesto que “tradicionalmente existía la leyenda de que el delegado debía ser de cuarto curso”.
Pese a lo inesperado del resultado de las votaciones, confiesa sentirse muy feliz por la confianza que los compañeros han depositado en él. “Asumir este cargo de parte de los compañeros es una bendición”, dice.
Fede forma parte de una familia valenciana de larga tradición católica. De hecho, actualmente también estudia el Grado en Teología F. Javier Ferrando, uno de sus primos. “En nuestra familia, el mayor tesoro que se nos ha transmitido ha sido el de la fe y eso, poco a poco, va dando sus frutos” nos cuenta. “De momento no ha habido ningún sacerdote en nuestra familia, pero gracias a Dios ahora yo estoy aquí, haciendo su voluntad”. Recuerda que uno de sus abuelos participó en la construcción del Seminario Mayor La Inmaculada de Moncada, lo que considera “un guiño del Señor a nuestra familia”.
El nuevo delegado de los alumnos nos confiesa que ya intentó acceder al Seminario Menor cuando tenía 12 años. En este sentido, la vocación la recibió bien pronto, aunque no se convirtió en seminarista hasta los 18 años.
Como representante de los alumnos desea “contribuir este año a que haya un ambiente de deseo de santidad entre todos nosotros, como católicos”. También quiere ayudar a que “aumente la predisposición de cara al estudio, para formarnos de la mejor manera y así poder servir más a los hermanos y llevar a cabo la misión que el Señor nos ha encomendado”. Además de “dar voz a los deseos de los compañeros que tienen intuiciones muy buenas y que se pueden compartir con los profesores”.
Fede se muestra partidario de potenciar las posibilidades que ofrece el aula virtual que ya se ha puesto en marcha en la Facultad de Teología y que están aprovechando algunos profesores. La considera una plataforma muy útil “para compartir apuntes y para poder acceder a las notas o expedientes”. Se trata de “uno de los avances en los que la Facultad nos ha escuchado y nos apoya”, afirma.
El delegado de alumnos también tiene palabras hacia la nueva subdelegada, Teresa Benet, a la que define como “una chica ejemplar, muy virtuosa y que ayuda mucho a los alumnos, favoreciendo el buen ambiente en clase”. Se trata de una persona “super apta para representar a los alumnos y con deseo de santidad, un hecho también muy importante”.
Teresa se muestra muy agradecida por las bonitas palabras que le dedica Fede. Estudia segundo de Teología y es la primera mujer que se convierte en representante de todos los alumnos de Bachillerato desde que se unificaron las secciones de la Diócesis y de los Dominicos en la Facultad. Tal vez por ello fue sorprendente su elección, aunque Teresa afirma que está dispuesta “a disfrutar de este reto”.
En un primer momento, Teresa reconoce que se sintió un tanto abrumada puesto que “no sabía lo que tendría que hacer”. No obstante, la ayuda y las recomendaciones de los anteriores delegados, Javier Taberner e Ignasi García, ha facilitado las cosas.
La subdelegada de alumnos recuerda que “desde siempre” tuvo claro que quería estudiar Teología. “En realidad”, nos cuenta, “ya en quinto de primaria decía que quería estudiar la carrera en la que se estudia a Dios” (risas). En el proceso de discernimiento ahora considera que su vocación es “estudiar y trabajar como laica, estar con la familia y con los amigos” aunque reconoce que, en algunos momentos de su adolescencia, consideró la posibilidad de dedicarse a la vida religiosa.
Teresa admite que es feliz estudiando Teología. “Estoy en un momento en el que me nutro de todo el ambiente que me rodea. Estoy recibiendo muchísimo de todo el entorno”, lo que le permite disfrutar de una forma especial. Por ello, hace suya la expresión latina Carpe Diem… aunque su forma de disfrutar el momento sea sirviendo a los demás como subdelegada general. Bendita forma de hacerlo.