La Schola Valentina Linguis Biblicis et Orientalibus Ediscendis (Academia de Lenguas Bíblicas, Clásicas y Orientales) de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia organizó una nueva conferencia para profundizar en el contexto cultural y social de las lenguas que estudia. Entender dónde nacieron y cómo se desarrollaron los diferentes idiomas ayuda al alumnado a la comprensión de los mismos así como al conocimiento de las raíces de nuestra cultura.
Así, el profesor de hebreo José Carlos Gimeno Granero O.C.D., director además de la Academia de Lenguas, ofreció una charla con el título El sacrificio en el judaísmo: ritual y valor religioso. La cita fue el miércoles 6 de abril, a las 17:00 horas, en el aula S4 de la Sede San Francisco de Borja (C/ La Cenia, 10 de Valencia).
Explica el ponente que «el sacrificio era la expresión de la fe judía en el culto». La presentación grató de dar sentido a la ceremonia del sacrificio en el judaísmo, explicó su valor religioso y detalló cómo realizaban los judíos esa ceremonia durante el periodo del Segundo Templo de Jerusalén, que duró 585 años (del 516 a.C. al 70 d.C.).
Sabemos que para el judaísmo la Torá (del hebreo «Torah» (תורה)) es la Ley, y define a los cinco primeros libros de la Biblia Hebrea o Pentateuco. Según los religiosos fueron escritos por Moisés por inspiración divina.
Desde este punto de partida, los sacrificios en la Torá son de dos tipos: voluntarios y obligatorios. Los primeros los puede presentar cualquier judío por un interés particular, como expiar una falta cometida sin intención o por agradecimiento u otros fines. Por otro lado, los sacrificios obligatorios son los que forman parte del ciclo ritual establecido. Se incluye aquí el servicio diario y el de las fiestas.
También hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos de sacrificios, se utiliza la palabra kapper (expiación), de donde proviene Kippur, que da nombre al día más solemne del año en el calendario hebreo.
Muchos de los sacrificios tenían que ver con la purificación: en primer lugar, es preciso el estado de pureza ritual para poder acercar la ofrenda al tabernáculo, lo cual implica que la purificación es previa al sacrificio y su condición necesaria. Pero además, hay sacrificios cuya función explícita es purificar después de un contacto o acto generador de impureza.
Por otra parte, sea cual fuere el objetivo y función de un tipo de sacrificio específico (culpa, pacificación, etc.), uno de los efectos del ritual siempre es la purificación. Los conceptos de pureza e impureza en este contexto no tienen significación moral, se trata de definiciones rituales. La pureza ritual conlleva la noción de límite: tanto para entrar al tabernáculo como para salir de él se requieren ciertos gestos y actos de purificación.
La conferencia del profesor Gimeno Granero se puede ver en el canal de YouTube de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. El ponente fue presentado por el profesor de la Academia de Lenguas Bíblicas y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Valencia Ricardo Lázaro.
(La imagen que es portada del vídeo pertenece al fotógrafo Olivier Fitoussi y fue captada en 2018, cuando unos judíos ortodoxos construyeron un altar según los requisitos de la ley judía.)