La Facultad de Teología de Valencia conmemoró ayer miércoles, 4 de mayo, la festividad de su santo patrón, san Vicente Ferrer, realizando una actividad cultural y una celebración eucarística. Se retomó así una tradición suspendida durante los dos últimos cursos a causa de la pandemia.
Este año se visitó el Real Colegio Seminario de Corpus Christi de Valencia. Estaban invitados a participar todos los miembros de la comunidad académica: profesores, alumnos y personal del PAS.
El día, lectivo las dos primeras horas, continuó a las 11:00 con una misa en la Capilla de La Inmaculada de El Patriarca. La eucaristía fue presidida por el vicedecano de la Facultad, Vicente Botella, y concelebrada por otros cuatro sacerdotes.
Después, los participantes en esta actividad cultural vieron un documental sobre la vida de san Juan de Ribera, fundador del Colegio Seminario de Corpus Christi a finales del siglo XVI. Miguel Navarro, catedrático de la Facultad de Teología y colegial perpetuo de El Patriarca, hizo las veces de anfitrión y explicó algunos de los espacios más importantes del edificio, en una visita guiada en la que conocieron la capilla principal, el claustro presidido por la escultura sedente de san Juan de Ribera obra de Mariano Benlliure, o la impresionante biblioteca personal del fundador del Colegio.
Los miembros de la facultad tuvieron la suerte de ver también el Cristo que se mantiene oculto en el altar mayor de la iglesia y que se destapa en celebraciones puntuales.
Tras la visita, se preparó un sencillo vino de honor con el que se puso el punto y final a esta celebración de san Vicente Ferrer por parte de la Facultad de Teología de Valencia. Esta jornada se organiza poco después de la fiesta oficial de la ciudad, día no lectivo, para conmemorar la figura del santo patrón de la institución teológica. Cada año se realiza una visita cultural a alguna institución o entidad destacadas. Antes de la pandemia se visitó, por ejemplo, el Centre Arqueològic de l’Almoina, la Cripta de la Cárcel de San Vicente Mártir, la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer o la necrópolis de la Iglesia de San Juan del Hospital.