El Sínodo de la Sinodalidad, que se celebra desde el pasado 4 de octubre en Ciudad del Vaticano (Roma), ha dado ya inicio a sus trabajos finales. En el marco conclusivo de esta cita eclesial internacional de obispos, que tocará a su fin el próximo martes, 29 de octubre, el papa Francisco ha decidido regalar a todos los participantes en el mismo el libro Cum vobis et pro vobis. San Agustín, pastor para el pueblo de Dios, obra del profesor de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Luis Miguel Castillo, sacerdote diocesano y rector de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Valencia.
Castillo, que fue nombrado miembro “con derecho a voz y voto” de la Asamblea General del Sínodo por designación directa del santo padre, manifiesta su “sorpresa” ante el regalo de Francisco a los obispos, sacerdotes y laicos presentes en el encuentro romano: “La idea surgió en la asamblea sinodal del año pasado. Allí se expuso que sería interesante presentar un florilegio de textos de san Agustín, que es un modelo de pastor. Empecé a escribir y el papa me dijo que cuando lo tuviera acabado se lo enviara. Después de leerlo me comentó que le había gustado, pero nunca pensé que iba a acabar regalándolo en el sínodo”.
Los comentarios sobre la obra que han llegado a oídos de este profesor de la UCV son positivos e indica que ha sido “muy bien acogida, sobre todo, entre el episcopado hispanoamericano”. Castillo asegura que “muchos obispos” están leyéndolo y se han interesado por adquirir más ejemplares. Sin embargo, lo obra no saldrá a la venta, en principio, pues se trata de “un opúsculo de apenas cien hojas que se ha editado en diez días expresamente para el sínodo”.
“El papa Francisco ha sorprendido con la introducción de presbíteros y laicos en el sínodo”
Respecto del contenido del libro, el sacerdote valenciano lo define como una “meditación” en la que intenta ilustrar “cómo vivió san Agustín el espíritu sinodal a través del análisis de sus textos”. Castillo ve en ese enfoque lo “ingenioso” de su trabajo, “porque en esos escritos se observa el modo en que san Agustín ejerció su misión como obispo de Hipona durante más de treinta años”.
“Volver a san Agustín, volver a la Iglesia patrística -es decir, a los padres de la Iglesia-, es volver a nuestras fuentes”, indica Castillo. El espíritu del santo africano, al que apela la obra de este sacerdote valenciano, se encuentra “definido” en la frase que aparece en el título de la misma, ‘cum vobis et pro vobis’. Según expone su autor, “san Agustín se siente ‘cum vobis’, uno más del pueblo cristiano, y se ve llamado por Dios ‘pro vobis’, un pastor en favor del pueblo”.
Castillo subraya que san Agustín “vivió una Iglesia de comunión, como también se deduce del gran documento eclesiológico del Concilio Vaticano II, Lumen gentium, en el que se afirma que somos una comunión de hermanos de igual dignidad por el bautismo”. La sinodalidad “da el matiz”, aduce este experto, “de que somos un pueblo que escucha a Dios junto, que camina junto y que discierne junto. En ese sentido, el papa ha sorprendido introduciendo a laicos -hombres y mujeres- y a presbíteros en un encuentro que es eminentemente para obispos”.
Experto en patrología, filología clásica, párroco y al servicio de la secretaría de Estado del Vaticano
El profesor Luis Miguel Castillo es doctor en Patrología y en Filología Clásica. Previamente a su nombramiento como rector de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, estuvo durante siete años al servicio de la secretaría de Estado del Vaticano. Este presbítero y académico tiene, además, una amplia experiencia en la diócesis de Valencia, a la que pertenece y donde desde el principio de su ministerio ha ejercido como párroco en varias localidades.