El largo y caluroso aplauso que recibió Martín Gelabert al acabar su ponencia De la fe como encuentro a la fe como problema explica a la perfección la gran exposición que hizo el fraile dominico en el acto académico central por la Festividad de Santo Tomás de Aquino.
No era para menos, durante 50 minutos, el nuevo Vicario Episcopal para la Vida Consagrada de la Diócesis de Valencia realizó un brillante repaso a la evolución que ha experimentado la fe y su concepción dentro de las diferentes épocas de la historia. Partiendo del Vaticano I «que planteaba la fe únicamente como conocimiento» Gelabert fue repasando los diferentes modelos que ha vivido la confianza máxima en la existencia de Dios.
LA FE COMO ENCUENTRO, COMO BÚSQUEDA Y COMO PROBLEMA
El Vaticano II supuso una paso adelante muy importante puesto que «la fe, más que aceptación de las verdades es un encuentro con el Dios vivo. Se trata de una obediencia libre. La fe es la actitud necesaria para que el ser humano se encuentre con el Dios vivo». Por ello la fe «es una respuesta personal a un Dios que interpela al hombre. El hombre se entrega a Dios a través de la fe». Martín Gelabert explicó en este sentido que «el acento está puesto en el Dios que se revela al hombre, el que habla a los hombres como amigo».
La encíclica Lumen Fidei profundizó «en las dimensiones personales de la fe» pero también reconoció «las dificultades del hombre adulto que asocia la fe con elementos antiguos e incluso oscuros». La evolución teológica supondrá presentar la fe como «búsqueda». Para el Catedrático de Teología Dogmática, «los creyentes tenemos que aprovechar esa búsqueda para tender puentes de diálogo con los que buscan, aunque partan de preguntas sobre la no existencia de Dios».
Gelabert explicó que «cuanto más avanzamos en el conocimiento de Dios, más cuenta nos damos de que Dios es un misterio. Cuanto más cerca parece, más conscientes somos de la infinita lejanía que nos separa de Él».
Finalmente, Martín Gelabert planteó la «problematicidad» de la fe. «La fe se ha vuelto un problema incluso para el propio creyente», apuntó. Hoy en día hay que «justificar» el hecho mismo de la fe porque parece «un acto indigno de personas formadas y adultas». En este sentido, el ponente reclamó la «legitimidad» de la fe puesto que «es un elemento de humanización». Para el catedrático «la fe forma parte de la psicología humana, deriva del propio ser humano».
Además «no es posible oponer fe y ciencia» puesto que para el padre dominico «están intrínsecamente relacionadas». «Cualquier científico», explicó, «parte de una premisa de fe: que el mundo natural es inteligible y por ello vale la pena buscar la verdad». Así que «el universo es inteligible porque tiene su origen en una divinidad de nos precede». Por todo ello «sólo un Dios amor absoluto merecería nuestra confianza total. Sólo Dios es digno de fe».
Los actos organizados por la Facultad de Teología de Valencia con motivo de la Festividad de Santo Tomás concluyeron con un refrigerio servido en el Claustro de nuestro edificio principal.