El viernes 1 de febrero se desarrolló la segunda sesión del Seminario Teológico Hágase 2019. La propuesta de esta iniciativa de reflexión es profundizar sobre la teología de la misericordia y, en concreto, la sesión se quería destinar a un análisis desde el punto de vista de la vulnerabilidad. A la cita estaba invitado para realizar la introducción el profesor de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, poeta y dominico Antonio Praena.
Participaron más de 20 personas en un encuentro que se realizó en una de las aulas de la institución académica. En el encuentro pudo participar el Decano de la Facultad, Vicente Botella, que mostró así su apoyo a este Seminario Teológico que se ha puesto en marcha gracias al trabajo de la profesora del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de Valencia Montserrat Escribano, y a las alumnas o antiguas alumnas Amparo Navarro, Yolanda Muñoz, Antonina Wozna y Esther Torres. Fundamental también resulta el interés mostrado y el esfuerzo realizado por el resto de personas que acudieron a la sesión.
Antonio Praena inició su reflexión sobre la vulnerabilidad desde la parte teológica. Parte del hecho de que «la Teología tiene que partir de Dios tal y cómo nos lo revela Jesucristo en el Evangelio». Considera la vulnerabilidad como «la capacidad de ser herido, la facultad que tiene el ser humano de recibir heridas y de una forma muy directa se dice que las heridas de Jesús nos han curado» por lo que, a juicio de Praena «se pone la vulnerabilidad en el centro de la curación, en el centro de la salvación o de la sanación», tal y como se presenta en Jesucristo. «Jesús mismo, desde su capacidad vulnerable, salva, redime, cura», dice el profesor. Es un dato central para la reflexión teológica.
Recuerda Praena que la teología considera que la vulnerabilidad es «parte constitutiva de la mujer y del hombre por el principio de la encarnación. Si Dios asume todo lo humano, y todo lo humano que asume lo hace como Dios, al asumir la vulnerabilidad nos dice que es parte de lo humano y de la que no se puede prescindir». En otras palabras, «la vulnerabilidad forma parte constitutiva de nuestro ser».
Señala también el dominico que se hace necesario «pensar el poder y la misericordia de Dios desde la vulnerabilidad». «Es como si el Dios de la metafísica, el Dios en un sentido más absoluto, tuviese la capacidad de ser afectado por la debilidad, por el daño», añade. Esto nos quiere decir que la misericordia de Dios, su ser amor, «no se puede entender como un amor desde fuera, desde lo distante», sino más bien «como una manera de empatizar, de sentir, de dejarse afectar o de unirse al hombre que surge, al hombre vulnerable». Este hecho hace que se revele «una dimensión mucho más profunda de esa misericordia y de ese amor de Dios».
Antonio Praena apuntó muchos más detalles que no queremos desvelaros por completo pero que os animamos a escuchar en el canal de Ivoox de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer.