¿Sabías que el arameo fue la lengua materna de Jesús de Nazaret? ¿Tienes curiosidad por conocer qué cuentan los jeroglíficos egipcios? ¿Te quedaste con ganas de aprender más latín o griego en el instituto? En la Schola Valentina Linguis Biblicis et Orientalibus Ediscendis podemos ayudarte a responder todas esas preguntas y a aprender algunas de las lenguas que han marcado nuestras raíces culturales.
La Academia para el estudio de Lenguas Bíblicas, Clásicas y Orientales de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia está preparada para arrancar el nuevo curso en una institución que cuenta con un bagaje de 35 años, desde que fuera fundada por el sacerdote valenciano Vicente Vilar Bueso en 1986.
Mucho ha cambiado la sociedad valenciana y europea desde que se puso en marcha la Academia de Lenguas, aunque su objetivo sigue intacto: profundizar en el conocimiento de las lenguas bíblicas, clásicas y orientales con el fin de ofrecer un instrumento para el conocimiento de las raíces de nuestra cultura y para el estudio de la Sagrada Escritura y la Teología.
El próximo 6 de octubre de 2021, a las 17:00 horas, se celebrará una reunión informativa para todos los que pueden estar interesados en afrontar el reto y aprender alguna de las lenguas que han determinado nuestra historia. La cita será en la nueva sede de la Facultad de Teología, en la calle de la Cenia, nº 10 de Valencia.
Cualquier persona con unos estudios medios puede inscribirse en el aprendizaje de la lengua que más le atraiga. Cada uno de los programas ofrece tres niveles: básico, medio y avanzado. Además, para completar la formación se imparten diversos talleres de traducción, indispensables para consolidar los conocimientos teóricos aprendidos.
Latín y griego, clásicos y bíblicos, y el egipcio jeroglífico son las materias más demandadas. De hecho el jeroglífico cuenta con un gran número de adeptos y se complementa con algunos seminarios sobre el Antiguo Egipto en el que participan egiptólogos españoles de primer nivel.
También interesa bastante el hebreo, muy importante para aquellos estudiantes de Teología que pretenden estudiar los escritos bíblicos originales. Otras posibilidades son el arameo, lengua que habló Jesús; el copto, evolución del egipcio que hablan los cristianos en las tierras de los antiguos faraones; o el siríaco, un idioma semítico hablado en Oriente Medio.
Entre el equipo docente, grandes expertos en cada una de las lenguas dirigidos por el Dr. José Carlos Gimeno Granero.