Monseñor Luis Argüello, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), afirmó ayer en Valencia que «evangelizar es comunicar el sueño de Dios, que es amor, que es libertad, que es comunión, que es alegría». Así se expresó el obispo auxiliar de Valladolid en la conferencia que ofreció durante la 23 edición de los Diálogos de Teología, que organizan la Biblioteca Sacerdotal Almudí y la Facultad de Teología San Vicente Ferrer – UCV. El coloquio contó con la presencia, entre otros, del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y del obispo auxiliar monseñor Javier Salinas.
Su asistencia no era baladí puesto que los dos ponentes tenían mucho prestigio. Por un lado, Higinio Marín Pedreño, profesor de Filosofía del hombre y de la cultura en la Universidad CEU-Cardenal Herrera, y por otro monseñor Luis Javier Argüello García. La presentación de los conferenciantes corrió a cargo del director de la Biblioteca Sacerdotal Almudí, Antonio Carmona. Los Diálogos de Teología 2022 se desarrollaron en la sede de Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir.
En la sociedad actual la muerte se ha convertido en un «incidente»
Entender el hombre y la cultura contemporánea fue el título de la charla que ofreció Higinio Marín. Explicó el profesor Marín que desde el siglo XVII se vive «un proceso creciente de crisis de legitimidad del pasado». Quiere esto decir que «todas las modalidades del pasado, epistémicas, morales, sociales y políticas se convierten en un lastre y la posición se legitima socialmente en tanto que se cancela toda dimensión pretérita».
Desde este momento, se convierten en protagonistas de la historia europea «los que se definen por no tener pasado acumulado en forma patrimonial»: serían los sans culottes de la Revolución Francesa y, tras ellos, los proletarios. La evolución lógica, según el profesor Marín Pedreño ha sido el protagonismo de aquellos «cuya forma biográfica es exactamente la de no tener pasado: los jóvenes».
Considera el ponente que la juventud es la forma que culmina la evolución antropológica de la sociedad y cuyo modo de vida y forma de entender las cosas «dan explicación a las sociedades contemporáneas». Se entiende «la juventud» como «formalidad de la autoconciencia y paradigma de la experiencia». Higinio Marín sustituye aquí la palabra «juventud por jovialidad».
¿En qué consiste la juventud? No se trata, como podríamos entender, de un mero periodo físico. «La juventud surge cuando aparece un periodo de la vida nuevo, exclusivo y posibilitado por las sociedades desarrolladas». La jovialidad es la principal consecuencia de «un régimen de aseguramiento de la satisfacción de las necesidades de la vida». Las sociedades capitalistas contemporáneas han asegurado de forma masiva y eficaz la mayor parte de las necesidades vitales.
El hecho de disponer de tantos bienes que satisfacen las necesidades de la vida ha provocado un hecho de naturaleza antropológica: «la inexperiencia estructural de la necesidad, ya no como un rasgo social, sino como un rasgo psíquico y antropológico». La inexperiencia de la necesidad produce «un fenómeno capital» puesto que la necesidad carencial metabólica «transparenta a quien la padece su condición mortal y vulnerable».
A juicio del profesor Marín, «el elemento constitutivo definitorio de la jovialidad como formalidad de la autoconciencia es el desplazamiento de la mortalidad como contenido definitorio de dicha autoconciencia». Nuestra sociedad «no tiene la muerte como elemento definitorio», señala, con lo que la muerte se convierte «en un incidente, en un accidente».
«Las personas no ven su horizonte. O mejor dicho: el horizonte que ven nunca es la muerte», argumenta. Por ello, «si las religiones de salvación polarizan su mensaje, porque han de hacerlo en cierta medida, en una salvación que está más allá de la muerte, están hablando a gente que no tiene oídos».
Para Higinio Marín «la vida se ha estructurado como una finalidad sin fin, y una finalidad sin fin es un juicio de gustos y por tanto introduce una naturaleza lúdica en la experiencia de la temporalidad humana».
Llamados a «anunciar lo esencial»
Mons. Argüello, por su parte, presentó su reflexión bajo el título Evangelizar en 2022: contenidos, modos y medios. Empezó el obispo auxiliar de Valladolid señalando que el Papa Francisco habla de «evangelizar como anunciar el sueño de Dios», por lo que «evangelizar es comunicar el sueño de Dios, que es amor, que es libertad, que es comunión, que es alegría».
La actual «es una época síntesis en la que estamos llamados a anunciar lo esencial», que no es otra cosa que el Credo, el Padre Nuestro o los siete sacramentos.
Evangelizar hoy también es «cantar la gloria de Dios», dijo Monseñor Argüello. «La gloria es el esplendor de la verdad, el resplandor del bien, una luz que tiene peso, el peso del coloquio de la verdad y del bien que no se pueden separar».
La novedad de lo que tenemos que comunicar «tiene que ver más con la alegría que con la felicidad. La felicidad tiene que ver con un movimiento que va de fuera a dentro: soy feliz si logro lo que deseo, si recibo aquello que espero. La alegría tiene más que ver con un movimiento inverso, de salida».
El portavoz de los obispos españoles considera que «evangelizar en este tiempo tiene que ver con acoger la realidad y la verdad, despertar la razón y anunciar y testimoniar la gracia».
«El anuncio del kerigma de que Dios es Padre y Creador exige los hechos», añade Luis Argüello, los hechos de personas cuya experiencia de filiación y de fraternidad cambian la perspectiva de relacionarse con los demás, cambian la forma de entender la economía o la convivencia común.
Los Diálogos de Teología 2022 organizados por la Biblioteca Sacerdotal Almudí y la Facultad de Teología San Vicente Ferrer – UCV atrajeron a un público bastante numeroso a la sede de Santa Úrsula de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir.